Otamendi: ¿Fallo garrafal o fichaje extraordinario?

Nada más finalizar el mercado de fichajes de invierno saltó la noticia: el Valencia, finalmente, no había podido inscribir a Otamendi. Las reacciones no se hicieron esperar y enseguida empezaron a surgir las preguntas: ¿qué había pasado? ¿por qué no se había podido inscribir?

Las primeras informaciones hablaban de un fallo garrafal de la secretaría técnica del Valencia, que no había comprobado la situación de Otamendi y que, después de cerrar el acuerdo de cesión con el Oporto se percató de que el central argentino no tenía pasaporte italiano (como todos suponían), y que ocupaba plaza de extracomunitario. Al tener ya ocupadas las 3 plazas de extracomunitario que permite la liga (Vargas, Jonas y Vinicius), el Valencia no pudo inscribir a Nicolás Otamendi. Basándonos en estos datos, una cagada monumental (disculpad mi lenguaje) de Rufete. Pienso que no se puede negociar por un jugador y afrontar su fichaje sin conocer algunas cosas básicas, como son el salario que percibe, los años de contrato que le quedan o, por supuesto, si tiene pasaporte comunitario.

Pero no acaba aquí la cosa, porque poco a poco aparecieron más versiones, y una de ellas hablaba de que, realmente, Valencia y Oporto no habían llegado a cerrar el acuerdo porque descubrieron que Otamendi no era comunitario y que, tras hablar con Pizzi, se decidió apostar por Vinícius Araújo y descartar al central argentino.

Pasaban los días y no se descubría la verdad (y dudo que algún día la sepamos), seguía sin saberse de quien era la culpa y ambos equipos se lavaban las manos en el asunto. Esto, como era obvio, no gustaba a Otamendi, que se veía sin equipo 6 meses antes del mundial, y la posibilidad de quedarse fuera de la lista de Alejandro Sabella. Finalmente, y tras un viaje de Amadeo Salvo a Portugal, se decide que Nicolás salga cedido al Atlético Mineiro (Brasil) hasta final de temporada y que, a partir del 1 de Julio, pase a ser jugador del Valencia a todos los efectos, previo pago de 12 millones de euros + 3 en variables. 

Un mes después se sigue hablando del tema, e incluso han surgido nuevos rumores de que, finalmente, la cesión de Otamendi a Atlético Mineiro la hizo el Oporto, y no el Valencia, lo que demostraría que el jugador seguía siendo propiedad del equipo portugués. ¿Y porqué escribo esto? pues es muy sencillo. La inspiración me vino cuando anoche, viendo un programa de tertulia sobre fútbol, uno de los invitados quiso valorar el trabajo de Rufete. Sus palabras fueron que, igual que había que reconocer el gran trabajo de Rufete y la secretaría técnica del Valencia en la contratación de Pizzi, la limpieza de vestuario, y la llegada de savia nueva como Vargas o Keita, no se podía dejar en el tintero el gravísimo error en el caso Otamendi. Por supuesto esa es su opinión, y es muy respetable, y por eso mismo me ha dado por escribir esta parrafada, para conocer vuestra opinión. ¿Queréis saber la mía? pues que ojalá todas las "cagadas" fueran así.